Page 93 - Mi Biblia de la Salud_Español
P. 93

MI BIBLIA DE LA SALUD 1


             empecé a experimentar lentamente ese peso que ya no me permitía
             seguir con los ojos abiertos.
                 En ese estado de somnolencia, de profundidad y conexión con mi
             ser interior, de repente sentí y vi cómo un ángel inmenso, totalmente
             envuelto y lleno de una luz blanca, me abrazó. Sentí su gran ternura.
             No me dijo nada con las palabras que salieron de su boca, Me habló
             con lo que conocemos como telepatía.
                 Con su hermosa presencia me dio la sensación de estar protegida.
             Pero por encima de todo eso fui amada, y eso era lo que más necesitaba
             mi cuerpo y mi alma en ese momento. Ser amada.
                 El amor profundo llenó mi corazón de una alegría indescriptible.
             Lo sentí, lo disfruté, pero estaba completamente paralizada.
                 No es que tuviera que moverme, es que, como la gente que somos,
             razonamos y por supuesto queremos respuestas, queremos palabras,
             queremos explicaciones. Pero no, ese momento sublime no necesitaba
             nada de eso. Sólo necesitaba sentir...  Sólo necesitaba recibir...  Sólo
             tenía que recibir este hermoso regalo, este maravilloso regalo que se me
             dio. Sentir y recibir con gratitud, recibir y disfrutar con todo mi ser. Y
             eso es lo que hice. Sin preguntas, disfruté de ese amor incondicional,
             ese amor que me fue dado. No tenía que dar nada a cambio, sólo
             recibir, sólo abrirme para recibir.
                 Este es un momento tan hermoso e inolvidable que está
             profundamente grabado en mi memoria y afortunadamente lo recuerdo
             a menudo. Sí, afortunadamente, porque sentirse amada como me sentí
             cuando esa cosa divina me lo hizo sentir, en el momento en que más
             lo necesitaba, es algo que no se olvida fácilmente y que, por supuesto,
             no se quiere olvidar.  Gracias, Angelica Arcangélica, hermosa planta.
             Gracias....










                                           77
   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98