Page 31 - Mi Biblia de la Salud_Español
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virus pandémico, algo que en realidad también ocurrió hace 100 años.
             Muy curioso, recientemente leí un artículo en uno de los principales
             periódicos de Sudamérica, sobre una carta escrita hace cien años,
             donde el presidente le escribe a un amigo, compartiéndole lo que
             estaba pasando en su país. Él habla sobre un cierre total y cómo la
             gente estaba cayendo muerta en la calle debido a una situación de
             pandemia. También dijo que todas las tiendas estaban cerradas.
                 Esto no es nuevo para la humanidad y lo más triste es que todavía
             no estamos preparados. ¿Qué está pasando en el mundo? Viviendo con
             el miedo que está dominando a toda la humanidad, nos centramos
             principalmente en encontrar una cura para un enemigo oculto llamado
             Covid-19, que no podemos entender muy bien. Tampoco sabemos
             exactamente cómo funciona. El aislamiento es lo que se nos pide,
             escondernos detrás de muros, que tarde o temprano serán atravesados
             por este enemigo invisible que nos encontrará débiles y con miedo y
             sin poder para vencerlo.
                 El aislamiento puede servir muy bien como medida básica urgente
             de protección contra este poderoso enemigo, siempre que haya un plan
             y una preparación para hacer frente a sus ataques.
                 Pero no hay una educación oficial, no hay un plan organizado
             en el que podamos aprender cómo fortalecernos desde dentro, cómo
             fortalecer las fuerzas que nos han sido dadas para enfrentar a un enemigo
             como este, un enemigo de este calibre, que viene a enfrentarnos.
                 Hemos olvidado todo lo que la naturaleza nos da y nos ha dado
             siempre. La tierra, el cielo y cosmos. Hemos olvidado que estos tres
             elementos básicos nos dotan continuamente de todos los medios
             para lograr este objetivo. Pero no los vemos, porque sólo estamos
             conectados a los aparatos de los que nos estamos convirtiendo en
             esclavos, en lugar de hacer uso de ellos para nuestra elevación. Nos
             hemos soltado, hemos perdido la conexión con nuestro entorno, con
             todo lo que debería servirnos actualmente para reforzar toda nuestra
             artillería y enfrentarnos a este enemigo con toda la fuerza que poseemos.



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